Nueva Canarias agradece al Cabildo la retirada de las pateras del norte pero lamenta que la medida llegue tarde

El candidato canarista a la Alcaldía de Haría, Marcos Lemes, reclamó hace ya un año a la Corporación presidida por Corujo que ejecutara el plan presentado esta semana y sigue pidiendo al propio Ayuntamiento norteño un mínimo de implicación.

El Comité Local de Nueva Canarias (NC) en Haría agradece al Gobierno del Cabildo de Lanzarote que esta semana haya presentado el proyecto que la Institución está ejecutando para la retirada de las pateras y restos de las embarcaciones que han ido llegando en los últimos tres años a las costas de Lanzarote y de La Graciosa. Según la información aportada estos días por el mismo Cabildo, se trata de un total de ocho embarcaciones que en su día fueron utilizadas por migrantes y que se encontraban varadas y abandonadas en diferentes puntos del litoral. Sin embargo, tal y como pone de manifiesto el candidato canarista a la Alcaldía de Haría, Marcos Lemes, la acción llega ciertamente tarde, en concreto, después de cumplirse casi un año desde que este mismo Comité Local de NC denunciara el pasado 21 de febrero la desidia que ha existido tanto por parte del Ayuntamiento de Haría como por parte del Cabildo en relación al grave problema social y humano que representa la incesante llegada de pateras a la Isla.

Lemes, que ha lamentado el reciente fallecimiento de un migrante en Lanzarote en una patera que llevaba 45 personas a bordo, y que ha dejado otra en estado grave y otras 10 ingresadas en el Hospital Molina Orosa, ha cuestionado que los restos de estas pateras llevaran entre dos y tres años en el litoral de Lanzarote y La Graciosa.

Las embarcaciones estaban repartidas entre Montaña Clara (1), La Graciosa (3), y las costa de Soo, Caletón Blanco, Caleta del Mero y Punta del Palo, al norte de Lanzarote. NC subraya especialmente la falta de implicación en la retirada de las pateras que han estado meses y meses abandonadas entre Punta Mujeres y Órzola. “El Ayuntamiento ha estado un año escudándose en que la competencia dependía de Costas, pero ahora que presenta este plan para retirar las pateras ha reconocido que el primer paso que ha dado ha consistido en solicitar un informe del Servicio de Medio Ambiente, un departamento que depende del propio Cabildo”, cuestiona Marcos Lemes.

Los canaristas denuncian que las decisiones valientes durante el presente mandato han brillado por su ausencia en el caso del Cabildo de Lanzarote, que podía haber ejercido una presión mucho mayor sobre la Delegación del Gobierno de España, competente en materia de Inmigración y Extranjería.

Desde el Comité Local de NC en Haría muestran su esperanza en que el problema de las pateras varadas en el litoral de ambas islas no se eternice y siguen proponiendo mejoras y propuestas alternativas: implicación de las corporaciones municipales en la retirada de estas pateras y la suciedad generada (trozos de madera, hierros oxidados, sogas, bidones de gasolina, ropa de los inmigrantes, etcétera); mejora de la mala imagen del municipio respecto a la pésima imagen que hasta ahora se ha ofrecido, con lamentables comentarios de los turistas y residentes que visitan el Caletón Blanco, en referencia a los restos de las pateras que siguen en ese lugar.

La formación canarista confía “en que los diferentes estamentos de la Isla, y en particular la Plataforma del Municipio de Haría” (PMH) que sustenta en estos momentos el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Haría, con la alcaldesa, Evelia García, y el teniente alcalde, José Torres Stinga, “tomen conciencia de este serio problema que erosiona la imagen de nuestro municipio”.

Respecto al fenómeno migratorio, los canaristas señalan la falta de interés del Ayuntamiento de Haría y el propio Cabildo en temas como, por ejemplo, la ubicación del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) en Guinate, un asunto en el que los gobiernos de ambas instituciones volvieron a mostrar un “falso y artificial interés” tras verse desbordados por la movilización popular de vecinos, asociaciones y algunas formaciones políticas en contra del lugar escogido por el Ministerio del Interior para colocar el radar, “lugar que destrozaba el paisaje natural y atentaba contra el sentido común”, señalan. “Éste es un problema que nos incumbe a todos como sociedad y que hay que paliar más unidos que nunca”, apostilla Marcos Lemes.