NC propone la “segunda gran transformación” del sistema para atender a una población más longeva, con mayor cronicidad, profesionalizada y adaptada a las nuevas tecnologías
El candidato a la Presidencia del Gobierno de Canarias por Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC), Román Rodríguez, los números uno, dos, tres y cinco al Parlamento por Gran Canaria, Carmen Hernández, Luis Campos, Esther González y Heriberto Dávila; junto con los cabezas de lista al Legislativo por Fuerteventura y Lanzarote, Natalia Santana y Yoné Caraballo, centraron el último día de campaña en los compromisos destinados a “resetear, reprogramar” la sanidad pública canaria. El canarismo de progreso apuesta por una sanidad pública más orientada a la atención primaria, la salud mental y los cuidados. Rodríguez explicó que se trata de poner en marcha la “segunda gran transformación” del modelo para responder a las necesidades de una población más longeva, con una mayor cronicidad, gestionada por profesionales y plenamente adaptada a las capacidades de las nuevas tecnologías.
“Sostenemos que el sistema sanitario tiene que ser reseteado, reprogramado” ante las nuevas demandas de la población y ventajas derivadas de las nuevas tecnologías existentes, afirmó Román Rodríguez. “Necesitamos un plan de salud que interprete bien”, añadió, las necesidades de la ciudadanía ante una mayor longevidad, con problemas crónicos y dotado de unas tecnologías capaces de detectar y responder a los problemas antes “indetectables”.
Nueva Canarias cree que se impone la participación de los profesionales, una nueva organización adaptada a los cambios que se han producido en los últimos 25 años, principalmente de los derivados de un importante crecimiento demográfico, 640.000 personas en estas dos décadas y media.
Una evolución que, como observó Rodríguez, impacta de manera importante en el sistema sanitario y obliga a su reorientación y reorganización en la prestación de los servicios. El papel de la atención primaria, en opinión de NC, tiene que ser revalorizado al ser el primer nivel de atención al paciente, incluida la función de prevención y promoción de hábitos saludables. En los mismos términos se refirió con respecto a los crecientes problemas de salud mental, continuó Rodríguez, principalmente entre los jóvenes y niños.
Pero, en especial, se centró en los cuidados, una de las claves del futuro del sistema sanitario, en opinión del candidato a la Presidencia de NC. Además de la longevidad y la cronicidad, hizo hincapié en las personas que viven en soledad y en las posibilidades que permiten las nuevas tecnologías para estar conectados y para diagnosticar y responder con una mayor eficacia.
Para gestionar este nuevo plan de salud de NC, Román Rodríguez catalogó como “decisiva” la gestión profesionalizada, donde el personal especializado como el de enfermería jugará un papel extraordinario. En Canarias, hay 16.000 enfermeras, un personal “básico” en la estructura del cuidado, incidió. Un ejemplo de la profesionalización de un sector, donde el 60% de sus efectivos tienen una alta cualificación y especialización, según el candidato a la Presidencia del Gobierno.
Planteó además que los servicios sanitarios y los sociales se doten de mecanismos para actuar “de manera integral”, para que junten sus fuerzas, coordinen sus actuaciones, interpreten a las personas de manera integral y busquen fórmulas organizativas complementarias.
En base a estos pilares del nuevo plan de salud del canarismo de progreso, Román Rodríguez cree posible reorganizar un Servicio Canario de la Salud que ha consolidado un gasto sanitario de 4.000 millones de euros, el 8,5% del Producto Interior Bruto (PIB) y dispone de 9.000 efectivos más que antes de la pandemia.
Un convencimiento de que la “segunda gran transformación” del sistema público canario es posible basado en su experiencia de 1993 en la estructura gubernamental del momento, cuando se responsabilizó del desarrollo de las competencias recibidas por Canarias en la materia. Cinco años después, Román Rodríguez hizo hincapié en que el sistema sanitario público de la comunidad se colocó por encima de la media del Estado y pasó de ser la segunda preocupación de la población a la sexta.