Sánchez: propuestas, aciertos y olvidos

El regreso del debate del estado de la nación, tras siete años sin celebrarse, sirvió para que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, diera un impulso a su agenda reformista, fortalezca su imagen y confirme, pese a las frecuentes tensiones, una mayoría parlamentaria que le permitió aprobar el paquete de medidas anticrisis -en el que no se incluyen los nuevos impuestos a eléctricas y entidades financieras, que tendrán una tramitación propia-, la ley de Memoria Democrática o la de desbloqueo del Tribunal Constitucional. En su discurso, además del anuncio de esos impuestos temporales y en diferido a las eléctricas y los bancos, planteó ayudas al transporte de pasajeros urbano e interurbano, con olvido de Canarias, o los incrementos en las becas. Comparto muchas de esas medidas, aunque mantengo razonables dudas en otras en términos de eficiencia y echo de menos referencias a algunos asuntos de gran relevancia que afectan a nuestras islas.

Tengo la impresión de que el discurso y la actitud de Sánchez descolocó a una oposición, a la que le desconcertó tanto el paquete de propuestas como la manera en que éstas se plantearon lejos de cualquier tentación defensista o de reconocimiento de fin de ciclo; una oposición que, lamentablemente, a falta de ideas y de alternativas, volvió a refugiarse anacrónicamente en ETA. También el discurso descolocó a sus socios de coalición gubernamental, Unidas Podemos, que aplaudieron las medidas señalándolas como propias, en algunos casos insuficientes, pero que quedan en un segundo plano en este reforzamiento de la iniciativa del Ejecutivo y, especialmente, de la figura de su presidente. Y, asimismo, dejó desconcertados a aquellos analistas que pensaban que el debate iba a ser el prólogo de unas elecciones anticipadas y la definitiva derrota del actual Ejecutivo y su presidente.

En su discurso, Sánchez hizo referencia al impacto en todo el mundo de la guerra de Ucrania y la crisis energética subyacente. A la necesidad de proteger a la ciudadanía ante el desboque de la inflación, pese a su carácter global, y su duro efecto en la vida cotidiana. Al compromiso con una recuperación justa, en la que no se repitan los recortes públicos y la desprotección de la gente que se produjeron en la respuesta a la crisis financiera de 2012.  

Impuestos eléctricas y bancos

Entre sus propuestas presentadas destaca el impuesto a los beneficios extraordinarios de las grandes empresas energéticas, aplicable durante dos años y por el que se estima recaudar unos 2.000 millones de euros anuales; así como el dirigido a las grandes entidades financieras en el mismo periodo de tiempo, con una recaudación prevista de 1.500 millones al año. Cantidades que podrían considerarse exiguas comparadas a los milmillonarios beneficios que están acumulando las entidades energéticas y financieras con prácticas que merman claramente el principio de competencia de mercado en perjuicio de la ciudadanía. Estas medidas tendrán que tramitarse en el periodo próximo. Sigo pensando que, en ambos casos, el Estado no debiera renunciar a disponer de estructuras exclusivamente públicas o con elevada participación en las mismas.

Igualmente, entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre de este año 2022, se bonificará al cien por cien el abono de los trenes de cercanías y el 30% el abono al metro urbano. Medidas muy centradas en los grandes núcleos poblacionales y que combinan el apoyo a la economía personal y familiar con hacer más atractivo el uso del transporte público y, en consecuencia, reducir la contaminación y el gasto en combustible. Decisiones que deberían tener también plasmación en una comunidad, como la canaria, en la que Renfe no opera y en la que su tarea la desarrollan las guaguas urbanas e interurbanas de las distintas islas, así como el tranvía en Tenerife.

Nada tiene que ver este asunto, aunque alguno lo mezcle, con el descuento del 75% en los billetes aéreos y marítimos, que no es una medida antiinflacionista, sino un derecho de los residentes en Canarias reconocido en el REF a propuesta de Nueva Canarias para que nuestra situación de movilidad se parezca a la de los ciudadanos y ciudadanas del resto del Estado. La confusión por parte de los partidos estatalistas confirma que no conocen el REF y su papel esencial para compensar nuestras dificultades por la lejanía e insularidad.

En el ámbito educativo, destaca la voluntad expresada de implementación de la competencia digital en robótica y programación en Infantil y Primaria. Así como la complementación de las actuales becas con 100 euros adicionales al mes entre los meses de septiembre y diciembre, dirigida a los alumnos y alumnas mayores de 16 años.

La situación energética, con las dificultades de abastecimiento por la guerra de Ucrania y las sanciones a Rusia, puso sobre la mesa la necesidad de medidas de apoyo entre los estados europeos y, asimismo, el imprescindible ahorro energético, mediante el fomento del teletrabajo, la potenciación del transporte público y la reducción de los grados en la calefacción de empresas, instituciones públicas y viviendas.

Descarbonización

Por otra parte, el titular del Ejecutivo estatal anunció medidas para lograr la plena descarbonización en Baleares y Canarias. Por lo que respecta a nuestra comunidad esperamos que se corrija el error cometido en el decreto de medidas urgentes para responder a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania y no se insista en la instalación de regasificadoras en las Islas, posibilidad ya nítidamente rechazada por las instituciones canarias.

Canarias tiene su propio modelo de transición energética en el que no se contempla el gas por tratarse de otra energía de origen fósil, por seguir generando dependencia del exterior y por sus elevados costes. Lo que podemos y debemos hacer es intensificar el desarrollo de las energías renovables, con iniciativas como la central hidroeléctrica de Chira en Gran Canaria, así como incrementando el peso de la eólica, especialmente la eólica marina, o la mareomotriz, así como el autoconsumo. Impulsando la economía circular. Incrementando la movilidad sostenible urbana e interurbana: guaguas, taxis, bicicletas y desplazamientos a pie; estimulando las peatonalizaciones y los carriles bici que posibilitan ciudades más amables y humanas, así como con la implantación del transporte guiado en las islas más pobladas.

Entre los olvidos del presidente español en el debate destacan dos asuntos de gran relevancia para Canarias. Por un lado, la situación del Sahara occidental tras el volantazo del Gobierno de España y su apoyo a las tesis marroquís de una autonomía como solución al contencioso, en contra de lo que ha venido señalando Naciones Unidas (la celebración de un referéndum de autodeterminación) y, asimismo, de la opinión de la mayoría del Congreso de los diputados. Por otro, los fenómenos migratorios, que nos afectan como frontera Sur de Europa y que suponen la llegada anual de decenas de miles de personas tras penosas travesías en las que muchos terminan perdiendo la vida; y en el que exigimos un cambio en las políticas migratorias europeas y estatales desde el respeto a los derechos humanos y la búsqueda de vías migratorias legales y seguras, así como la corresponsabilidad en la actuación humanitaria, especialmente en el caso de los menores.

Por último, hay que destacar que en Canarias venimos aplicando numerosas medidas para afrontar la actual crisis inflacionista mundial. Entre otras, la devolución del cien por cien del impuesto de los combustibles a transportistas, agricultores y ganaderos, prorrogada hasta el 31 de diciembre de este año; las ayudas directas por 17 millones de euros otorgadas al sector ganadero canario, que serán ampliadas a lo largo del año; el decreto que permite a las universidades de La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria pagar sus facturas con remanentes; el acuerdo de abril del Ejecutivo canario para autorizar la revisión de los precios de las obras públicas. Medidas que se suman al tipo cero del IGIC al material sanitario y, para ayudar en las tareas de reconstrucción de La Palma, señalando también con tipo cero el IGIC para las entregas de vivienda, de terrenos, alquileres y vehículos. Sin olvidar que, a diferencia del resto del Estado, Canarias tiene tipo cero en la mayoría de los alimentos que integran la cesta de la compra, así como en la electricidad para el 96% de los consumidores, el gas y los combustibles. En el ámbito de nuestras competencias seguiremos trabajando en esa línea de apoyo a distintos económicos sectores afectados por la actual crisis y de puntuales bajadas fiscales que no supongan detraer recursos de los servicios sanitarios o educativos, además de garantizar la financiación de ayuntamientos y cabildos, y del resto de obligaciones del Ejecutivo canario; y, asimismo, exigiendo que las medidas estatales frente a la inflación o las consecuencias de la guerra de Ucrania no olviden a Canarias y sus especificidades, no tergiversen su REF ni establezcan decisiones contrarias a los intereses de esta tierra y de su gente.