Los canaristas instan a implementar actuaciones de “urbanismo táctico” que
incentiven la convivencia vecinal y vayan encaminadas al modelo de
ecobarrios
El Comité Local de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) en el municipio
de Arrecife anima al grupo de gobierno conservador del Partido Popular (PP)
y Coalición Canaria (CC) a transformar el actual modelo urbano que impera
en los barrios de la capital. Un modelo, dicen, “que aleja al vecino de la
convivencia vecinal, pone al vehículo como protagonista de la ciudad y no
se adapta a las nuevas climatologías”.
Para Sheila Guillén, portavoz de NC-bc en Arrecife, “el modelo imperante en
los barrios de Arrecife está denominado como “indolente”, es decir, no
tiene en cuenta a las personas que residen en los mismos ni sus necesidades
de interacción comunitaria, y configura un espacio público exclusivo para
las actividades privadas y el coche”.
Así, para los canaristas es necesario, en primer lugar, una transformación
a pequeña escala de determinadas zonas de los barrios, empezando con
actuaciones de “urbanismo táctico” que rediseñen la estética del entorno,
faciliten el encuentro de los vecinos y mejore su calidad de vida. Este
tipo de urbanismo, comentan, “es una forma de transformación urbana
sencilla que permite cambiar el uso que hacemos de determinados espacios
desaprovechados, abandonados o que no consideramos a simple vista que
valgan la pena, en espacios asequibles, ágiles, participativos y
adaptables”.
Prosiguen aludiendo a que este “urbanismo táctico” es ideal puesto que no
lleva grandes obras ni cuantías presupuestarias, permite usos alternativos
del espacio público y ofrece oportunidades para adaptarse a las necesidades
de los vecinos y del cambio climático. “Ya se han realizado en capitales
como Las Palmas de Gran Canaria y La Laguna cerca de los colegios y
escuelas infantiles con el objetivo de potenciar los desplazamientos
activos, sostenibles y saludables”, comenta Guillén.
“Los barrios de Arrecife necesitan mejorar en estética, en infraestructuras
sociales y en el uso que le damos al espacio público. Debemos cambiar la
mirada de lo que significa un barrio y una ciudad, que no es simplemente un
entorno de viviendas y carreteras, sino de convivencia, de lazos y
comunidad”, señala Guillén, que está convencida de que “los barrios cobran
cada vez más protagonismo en la vida de la gente, puesto que son los
entornos más cercanos, donde se proyecta el crecimiento de la capital a
medio y largo plazo, y donde se genera la mayor actividad vecinal”.
Por ello, desde NC-bc instan a que cada acción municipal que se implemente
en los barrios vaya dirigida a transformar los mismos en ecobarrios, más
sostenibles, participativos y adaptados al cambio climático. Ponen como
ejemplo en esta línea revisar el tipo de asfaltado que se utiliza para las
calles, el arbolado de los parques y avenidas, el modelo de parques
infantiles o la canalización de aguas de lluvias.
“No es difícil imaginar que una calle como la Tajaraste en Argana Alta
pueda transformarse en un espacio donde a ciertas horas transiten los
vehículos, por ejemplo, a mitad de mañana, y a primera hora y por la tarde
sea peatonal, con zonas de juego y de sombra, accesible a las cafeterías y
a los comercios y diáfano al parque infantil”, señala Sheila Guillén, que
“imagina zonas de este tipo en todos los barrios de Arrecife que reviertan
el pesimismo y la falta de incentivos de los vecinos a utilizar más y mejor
su espacio urbano”.
“Que nadie nos quite la ilusión y la esperanza de tener una Arrecife
diferente, amable con nuestro entorno y que cuide de los vecinos de todas
las generaciones”, sentencia Sheila Guillén.