Los canaristas se preocupan por los impactos de los últimos temporales
costeros en litorales de Lanzarote y La Graciosa, que evidencian cómo el
oleaje se adentra cada vez más al interior
La organización política Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) en
Lanzarote y La Graciosa expresa su preocupación por los últimos fenómenos
climáticos en las costas de Lanzarote, con un fuerte oleaje que ha
conseguido adentrarse varios metros tierra adentro causando destrozos en
edificaciones públicas y privadas, paseos marítimos y terrazas.
Para los canaristas, “estos fenómenos son cada vez más recurrentes en la
isla. En apenas unos meses hemos visto fuertes embates de oleaje en núcleos
urbanos costeros como Caleta de Famara, Playa Honda, Arrieta o Caleta del
Sebo en La Graciosa, donde el mar ha llegado a zonas donde nunca se habían
visto ni registrado”.
Según los canaristas, “estos fenómenos deben concienciarnos de la
obligación de tomar medidas inmediatas en materia de adaptación al cambio
climático, como se están realizando en litorales de otras Islas Canarias y
de otras costas de Europa y de otros continentes. Debemos planificar en
función de la afectación al territorio de una realidad que ya está aquí con
una subida exponencial del nivel del mar”.
Prosiguen desde la organización que “mientras discutimos sobre carreteras,
palacios de congresos y fiestas, el clima y la naturaleza nos están
avisando de que el futuro de la isla irá ligado a la transformación del
territorio a causa del cambio climático”.
Desde NC-BC recuerdan que ya son muchos los informes de grupos de
investigación académicos y administrativos que alertan de la vulnerabilidad
que presentan las costas de las islas, y en especial las de menor relieve
como Lanzarote, donde la exposición de las infraestructuras humanas
esenciales como el aeropuerto, la central eléctrica, edificaciones
residenciales y turísticas, y playas, contemplan serios riesgos por la
subida del nivel del mar.
*En este sentido, cabe destacar que el Gobierno de Canarias presentó en
2022 los resultados del Proyecto “PIMA (Plan de Impulso al Medio Ambiente)
Adapta Costas Canarias”, un documento que permite conocer, por primera vez,
lo riesgos a los que se enfrentan los entornos costeros de las islas si no
se toman con urgencia las medidas de adaptación necesarias frente al cambio
climático.*
El informe PIMA Adapta Costas describe que las consecuencias ante la
inacción climática podrían generar un aumento de las inundaciones
episódicas con afectación directa a la población, daños en infraestructuras
claves como vías de transporte terrestre y marítimo, reducción y/o
desaparición de playas, reducción de hábitats y ecosistemas, y un
incremento de la erosión en todos los litorales de las islas. El estudio
del Gobierno de Canarias refleja que el alcance e intensidad de estos
fenómenos (componentes de peligrosidad), se han proyectado para mediados y
finales del presente siglo XXI sobre dos hipótesis climáticas, una de
intensidad media (percentil 50% de subida del nivel del mar) y otra de
intensidad alta (percentil 95% de subida del nivel del mar)”.
El trabajo realizado refleja que las pérdidas económicas vinculadas a
procesos erosivos y de inundación costera pueden alcanzar un 11% del PIB
actual en el peor escenario en 2100, destacando que un 75% de las pérdidas
económicas directas corresponde a efectos de la erosión estructural o
permanente sobre playas turísticas del Archipiélago. El escenario climático
más negativo para 2050 podría afectar a 147 playas turísticas, con una
pérdida total de superficie del 10,6%. En este sentido, se prevé que las
costas de Fuerteventura y Lanzarote estarán sometidas a riesgos
significativamente más elevados en 2050 y 2100. El estudio ha identificado
47 tramos de costa de alto riesgo acumulado en Canarias, que deben ser
objeto prioritario de estudios de detalle y de planes de adaptación al
cambio climático a nivel local.
“No hablamos de mitigación de gases de efecto invernadero o producción de
energía limpia, hablamos de adaptarnos a los impactos climáticos ya
presentes y que irán intensificándose. Olas de calor, subida del nivel del
mar, Danas y tormentas tropicales, o severas, prolongadas y recurrentes
sequías, son una realidad que nos debe hacer pensar y planificar. Estamos
llegando tarde y el futuro de Lanzarote sí depende de esto”, comentan desde
la NC-BC.
Por todo ello, los canaristas reclaman al Cabildo de Lanzarote que coordine
con urgencia y con la máxima prioridad una Estrategia de Adaptación al
Cambio Climático incluyendo un diagnóstico de los riesgos y
vulnerabilidades que presenta la isla, y se diseñe una planificación a
corto, medio y largo plazo de actuaciones en el litoral, con especial
atención a los núcleos urbanos e infraestructuras esenciales.