Nos encontramos a 70 y pocos días de la celebración de las elecciones autonómicas, insulares y locales. El voto ciudadano renovará el 28 de mayo las distintas instituciones de las Islas para abrir un periodo, entre los años 2023 y 2027, en el que Canarias habrá de afrontar numerosos retos en los servicios públicos y los cuidados a las personas, en la economía y el empleo, así como en el territorio y el medio ambiente. Desde el autogobierno, desde su capacidad de decisión, con amplios acuerdos de país, hay que avanzar hacia una Canarias más social y sostenible. Para los canarios y canarias de hoy y para las futuras generaciones.
La situación económica excepcional vivida a consecuencia de la pandemia y el confinamiento llevó a decisiones excepcionales, como la suspensión de las reglas fiscales, que posibilitaron hacer frente a los graves problemas de una economía que quedó en buena parte paralizada. Así como al imprescindible fortalecimiento de los servicios públicos sanitario y educativo, para salvar vidas y para garantizar la continuidad de la actividad escolar en las mayores condiciones de seguridad.
En Canarias afrontamos los efectos de la crisis pandémica -más graves que en otros lugares, por el gran peso del turismo en nuestro modelo económico- con aportaciones propias y, especialmente, siendo capaces de captar importantes recursos estatales y europeos. Lo reafirman los expansivos presupuestos de la Comunidad canaria de estos años. En el caso del correspondiente a 2023, superando los 10.000 millones de euros. Y lo hemos hecho responsablemente, sin subir impuestos y sin endeudarnos, lo que nos coloca en mejores condiciones para el futuro inmediato.
Ante la etapa que se abre tras los comicios del próximo mes de mayo, necesariamente hay que reflexionar sobre lo realizado y plantear cambios que impacten positivamente en la vida cotidiana de los canarios y las canarias de todas las islas. Del mundo rural o de las urbes. Menores, jóvenes y mayores. Trabajadores, autónomos, estudiantes, desempleados o empresarios. Nacidos en nuestra tierra o procedentes de distintos lugares del mundo, pero que aquí proyectan sus vidas.
Reflexionando, en primer lugar, sobre el propio funcionamiento de la administración pública. En Nueva Canarias somos firmes defensores del sector público, esencial en un país que aspira alcanzar el mejor desempeño de sus administraciones y las mayores cotas de equidad. Consideramos que la mejor legitimación de lo público pasa por la calidad de los servicios que presta, lo que exige una adecuada financiación, pero también la evaluación de su funcionamiento, de sus resultados.
Es necesario revisar el actual modelo para hacerlo sostenible y conseguir una administración volcada por completo al servicio de la gente: ágil, flexible, diligente y cercana. Ofreciendo respuestas del siglo XXI a los problemas del siglo XXI. Cada vez más digitalizada, pero sin dejar atrás a quienes tienen dificultades para el acceso electrónico. Un cambio de modelo que obligará a modificar leyes -desde la de procedimientos administrativos a la de función pública-, así como hábitos e inercias.
Y ello debe trasladarse, por supuesto, a los grandes servicios públicos. Con una sanidad con cada vez más recursos que tiene retos inmensos, desde el envejecimiento de la sociedad y la cronicidad, a la respuesta a las crecientes demandas y a los constantes avances tecnológicos. Y en la que, desde nuestra defensa de un sistema universal, equitativo y de calidad, adquieren cada vez más valor las acciones preventivas y los hábitos saludables, para lo que el papel de la atención primaria es crucial.
Otro tanto sucede en el sistema educativo canario, consolidando los avances en educación infantil 0-3 años y Formación Profesional, con especial sensibilidad hacia asuntos como la atención a la diversidad, la enseñanza de idiomas o la excelencia de nuestras universidades.
Las políticas de cuidados de las personas deben ser un eje esencial de las administraciones públicas. Como un acto de justicia y equidad, posibilitando una vida autónoma y digna a personas mayores, menores carentes de estructura familiar o en situación de vulnerabilidad, personas afectadas por alguna discapacidad… Consolidando derechos y eliminando prejuicios y barreras físicas, mentales y sociales. Como un espacio, también, para la empleabilidad. Prioritarias deben ser, igualmente, las políticas destinadas a facilitar el acceso a una vivienda digna.
Considero, asimismo, que los valores deben estar permanentemente presentes en el sistema educativo y en el conjunto de la actividad social y política. Me refiero a la relevancia de la democracia, de la solidaridad y del respeto a los derechos humanos. A la libertad de expresión y el rechazo a la censura y la mordaza, así como a la propagación de bulos. A la igualdad plena entre mujeres y hombres. Al repudio de la homofobia, del racismo, la aporofobia o la xenofobia.
Aunque en el pasado año 2022 mejoraron sensiblemente los datos de empleo en las Islas, situándonos con cifras superiores a las que teníamos antes de la pandemia de la Covid 19, queda mucho por hacer para colocarnos en parámetros aceptables. En cantidad y en calidad. Con mayor estabilidad y mejores salarios. Y aunque el turismo seguirá copando buena parte de la economía y el empleo, tenemos una oportunidad en las energías renovables y en el conjunto de acciones dirigidas a combatir la crisis climática; potenciando la economía circular o la azul, continuando con la expansión de la actividad audiovisual, fomentando un mayor peso del sector primario o industrial.
Ni el planeta tiene recursos infinitos ni aguanta más agresiones. Por eso resulta imprescindible, también desde lo local, el compromiso con la sostenibilidad y la batalla permanente contra la crisis climática. Y eso supone apostar por la planificación territorial, por el aumento del peso de las energías renovables, por correctas actuaciones en el tratamiento de residuos o garantizando los máximos niveles de seguridad hídrica. Así como por otras decisiones vinculadas a sustanciales cambios en el urbanismo y a una movilidad sostenible que combine adecuadamente paseos a pie con el uso de bicicletas, patinetas, guaguas, taxis o transporte guiado.
En estos dos meses que quedan para la celebración de los comicios autonómicos y locales, los medios de comunicación y las redes sociales difundirán las propuestas de las distintas formaciones políticas sobre los más diversos asuntos. Constituye una oportunidad para el democrático contraste de ideas y de proyectos. Debatiendo y ofreciendo a la sociedad canaria los distintos puntos de vista, las diferentes soluciones para afrontar sus dificultades y problemas, para generar la mayor cohesión social. Desde el canarismo progresista, deseamos que la precampaña y campaña se lleve a cabo sin ruido, sin agresividad, sin descalificaciones. A ello nos comprometemos firmemente.