Nueva Canarias celebrará su V Congreso Nacional los próximos días 8 y 9 de abril, bajo el lema Fortalecer el canarismo. Lo hacemos 17 años después de nuestra fundación y con una trayectoria militante e institucional -en los ayuntamientos y en los cabildos, en el Parlamento y en el Gobierno de Canarias o en las Cortes generales- volcada en la defensa del interés general de esta tierra y de su gente. Inmersos en un momento social y político marcado en los dos últimos años por las consecuencias de la pandemia de la Covid 19, la erupción del volcán en La Palma, la guerra en Ucrania y la elevada inflación que padecemos.
Es el V Congreso de un espacio político organizado, con tradición, mediante distintas formulaciones partidarias, desde el final del franquismo y la etapa de la transición hasta hoy. Una propuesta en la que, 17 años después de su nacimiento como Nueva Canarias, se pueden identificar ideas, valores, programas y equipos; y una cultura política con elementos municipalistas, autonomistas, federalistas y nacionalistas, que ha destacado por su compromiso con la equidad social y su apuesta por la sostenibilidad. Un espacio canarista que defiende los avances del autogobierno y aspira alcanzar mayores niveles de soberanía política, económica, alimentaria o energética.
Un proyecto modesto, en estos momentos el cuarto partido en representación y votos en las instituciones de la Comunidad Canaria, pero decisivo en la política canaria. Por su participación, en la oposición o el gobierno, en ayuntamientos, cabildos y Ejecutivo canario. Por su positiva tarea en el Congreso de los Diputados en la defensa de los intereses de nuestro archipiélago.
El V Congreso de NC debe servir para fortalecer este espacio canarista, sin tutelas externas; para reconocer que hay más actores en el mismo y que estamos interesados en las confluencias con otras organizaciones y personas, con ideas y proyectos similares; construyendo un espacio necesariamente más amplio y plural. Tanto en la ponencia política, como en los estatutos y resoluciones hacemos una aproximación a los retos de la sociedad canaria. En un momento en que a las dificultades y problemas estructurales que arrastrábamos se nos ha sumado la pandemia, la crisis volcánica, la guerra de Ucrania y la crisis inflacionista.
Inflación
La inflación no se había elevado de la manera que lo hace en estos momentos en Estados Unidos en los últimos cuarenta años y en Europa desde hace más de treinta. Produciéndose en medio de una tormenta perfecta con las consecuencias de la pandemia que paralizó al mundo, la crisis de los suministros, el problema del incremento de los precios de los fletes, el encarecimiento de las materias primas y las graves tensiones que añade la guerra en Ucrania. Y, asimismo, los defectos del mercado, con el acaparamiento, el miedo y la especulación. Este problema inflacionario se crea en ámbitos globales y se pagan sus duras consecuencias a nivel local.
En el conjunto del Estado la inflación en el pasado mes de marzo se situó en el 9.8%; en la zona euro la interanual en ese mismo mes fue del 7,5%. Unos niveles que comprometen el crecimiento y la recuperación económica, y que empobrecen a las personas, a las empresas y a las administraciones públicas. Debemos ofrecer respuestas para afrontar esta situación, para mejorar el presente y el futuro de nuestra gente. Las más eficaces son las que se producen en el ámbito global donde están hoy esos graves problemas. En los locales solo podemos aplicar medidas paliativas.
En ese sentido, el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo estuvo muy por debajo de las expectativas creadas. Y la excepcionalidad ibérica o isla energética para reducir los costes de la electricidad tiene una duración inicial de solo tres meses. Sin embargo, considero globalmente positivo el paquete de medidas económicas y sociales anunciadas por el Gobierno estatal, aunque se quedarán cortas y tendrán que ser revisadas.
Entiendo, asimismo, que se precisa que algunas respondan de forma más adecuada a las específicas condiciones de Canarias, por ejemplo, para compensar el importante incremento del precio del transporte de mercancías a Canarias por el aumento de los combustibles y por la carestía que sufren los fletes en las conexiones de Canarias con puertos del resto del Estado. Y otras destinadas a atenuar el más que posible encarecimiento de los billetes aéreos a consecuencia de la subida de los combustibles, con efectos en la movilidad de los ciudadanos y las ciudadanas del Archipiélago y en el turismo.
Muchos de esos problemas políticos, económicos y sociales que afectan a Canarias forman parte del debate de este V Congreso. De su ponencia política y de las más de una decena de resoluciones que también lo integran.
La ponencia política, Fortalecer el canarismo progresista, ha sido debatida ampliamente por la militancia en los últimos meses. Un texto que arranca con el contexto internacional y estatal, para continuar con el análisis de la situación de Canarias, lo que ha supuesto el Pacto de Progreso y las tareas de transformación de la realidad socioeconómica de las Islas. Un segundo bloque profundiza en los efectos sanitarios, económicos y sociales de la pandemia y las respuestas publicas a la misma.
El tercero afronta el conjunto de políticas para una vida mejor. Desde el papel de los servicios públicos a las políticas de cuidados, pasando por la relevancia transformadora del feminismo, los derechos LGTBI, las dificultades de la juventud para su emancipación, el empleo, las pensiones, las políticas de vivienda o la lucha contra la pobreza.
Un cuarto bloque tiene como eje la economía sostenible, con espacio para profundizar en los fenómenos migratorios, el Régimen Económico y Fiscal (REF) y la fiscalidad progresiva, la situación de los sectores económicos y las políticas de defensa del territorio y del medio, la apuesta por la movilidad sostenible, la lucha contra la Crisis Climática y la potenciación de las energías renovables; justo cuando el Estado, sin consultar a las instituciones de Canarias, pretende facilitar la implantación de regasificadoras en las Islas, lo que rechazamos tajantemente, por su falta de respeto al autogobierno y por no formar parte del modelo energético que han decidido las Islas.
Autogobierno e identidad
En su quinto bloque, la ponencia aborda la construcción nacional, desde la importancia del autogobierno, el máximo desarrollo estatutario y la identidad como pueblo. Y el último se centra en la historia el nacionalismo de progreso y en la apuesta por la construcción del canarismo, del nacionalismo de esta tercera década del siglo XXI. Un espacio del que formamos parte y que entendemos que deben conformar no solo las fuerzas políticas que se reclaman parte de él, sino colectivos de diversa índole y personas de distintos ámbitos.
Se debatirán, asimismo, distintas propuestas de resolución, entre otras: Canariedad e identidad, Avances y temas pendientes en la agenda con el Estado, Igualdad, Jóvenes, empleo y formación, Guerra de Urania, Salud Mental, Desarrollo sostenible, Acción política municipalista, Financiación autonómica, Extrema derecha y riesgos para la democracia, Cultura migratoria desde Canarias, Sobre la reconstrucción y recuperación económica de La Palma, Canarias libre de prostitución y de trata o Solidaridad con el Sahara. Procediéndose, asimismo, a la elección de los órganos de dirección, entre ellos la nueva Ejecutiva Nacional de Nueva Canarias.
En definitiva, pretendemos que el V Congreso Nacional de Nueva Canarias fortalezca a nuestra organización para afrontar, en todos los ámbitos, los grandes retos de la sociedad canaria en estos difíciles momentos. En los que saliendo aún de la crisis ocasionada por la pandemia nos hemos encontrado con los problemas añadidos a consecuencia de la espiral inflacionista y de la invasión rusa de Ucrania. Nuestra única razón de ser como partido es contribuir a la transformación de esta tierra, desde el impulso al autogobierno, el compromiso con un desarrollo sostenible y autocentrado, y el bienestar de su gente.