Los canaristas reclaman un destacamento permanente 24h de la Policía Local en Playa Honda y medidas en torno al urbanismo, la luminaria y la convivencia
El Comité Local de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) en San Bartolomé ha querido salir al paso de los sucesos acaecidos en estos últimos días y meses en la localidad de Playa Honda, con diversos atentados en el mobiliario urbano, vandalismo, hurtos en terrazas y, recientemente, con un supuesto hecho de violencia con arma de fuego.
En primer lugar, los canaristas expresan su total apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y se suman al mensaje de tranquilidad que ha emitido el propio Ayuntamiento de San Bartolomé en la mañana de este lunes.
Para el portavoz local de NC-BC en San Bartolomé, Pablo Yebra, “lo que toca ahora es mantener la calma, dejar trabajar a los efectivos policiales y sumarnos al mensaje de tranquilidad puesto que seguimos siendo una isla segura para la gran mayoría de la población que residimos y la visitan”.
Para los canaristas, “se debe identificar las causas que están generando este tipo de sucesos que generan malestar e inseguridad entre la población de la localidad, ya que son muchos los vecinos que desde hace varios años nos hacen llegar su preocupación sobre la inseguridad en nuestro municipio, sin que esta situación se le haya puesto solución”, comenta Pablo Yebra, que considera insuficiente el número de efectivos de la Policía Local que mantiene un municipio como San Bartolomé que ha aumentado en población y posee una localidad en continua expansión y demanda de servicios como Playa Honda.
No obstante, desde NC-BC consideran que las soluciones no sólo deben venir por el lado de la seguridad policial, sino se debe adaptar la localidad de Playa Honda a un urbanismo inclusivo y seguro, con más iluminación, dinamismo en determinadas zonas, mejor comunicación y más participación ciudadana.
“Playa Honda es una ciudad dormitorio, con gran número de jóvenes, donde confluyen muchas nacionalidades, y donde gran parte de los residentes trabajan y hacen vida en otras zonas de la isla, provocando un desarraigo a su entorno más cercano que debemos identificar y generar políticas públicas”, mantiene Pablo Yebra.