Las elecciones andaluzas del pasado 19 de junio supusieron una contundente victoria del PP, otra hecatombe más de Ciudadanos que le lleva hacia la completa irrelevancia, un retroceso importante de las fraccionadas izquierdas y, afortunadamente, el fracaso en torno a las altas expectativas que los sondeos daban a la ultraderecha, frustrando su ambición de alcanzar la Vicepresidencia de la Junta de Andalucía. Aunque estos resultados no son extrapolables a otros territorios, sí que tienen su impacto en el ciclo político de ámbito estatal. El calendario electoral, salvo sorpresas, tiene como próxima gran cita con las urnas los comicios autonómicos y locales de finales de mayo de 2023. El canarismo se prepara ya para afrontarlos en lo organizativo, en la búsqueda de abrir nuevas alianzas locales o insulares, o consolidar las ya existentes; y en el comienzo del trabajo para la elaboración de los programas y la conformación de las futuras candidaturas.
Se trata de continuar avanzando desde los máximos niveles de entendimiento y unidad posibles, que deben reflejarse en los comicios del próximo año. En ese sentido, el mandato del V Congreso Nacional de Nueva Canarias, celebrado el pasado mes de abril, fue claro y acorde con su lema: fortalecer el canarismo. Somos conscientes de que se trata de un trabajo a corto, medio y largo plazo.
A esa labor estamos dedicando muchos de nuestros esfuerzos. Estamos empeñados en ensanchar la base social y electoral de un espacio de estricta obediencia canaria, de partidos que analizan, deciden y actúan en las Islas, sin tutela alguna de formaciones estatalistas; con diversidad de formaciones locales, insulares o de ámbito canario, que comparten valores comunes; nacionalistas, federalistas, autonomistas, ecosocialistas o autodeterministas. Un espacio del que formamos parte junto a otras organizaciones, colectivos y personas independientes. Y que, estamos convencidos, tendrá mucho más peso y será mucho más determinante tras las elecciones de 2023.
Un espacio que entendemos transversal. Sin planteamientos cerrados ni ortodoxias que a nada bueno conducen. Buscando en todo momento elementos de plural entendimiento, desde programas debatidos y consensuados, y defendiendo una actuación común transformadora para el conjunto del Archipiélago. Respetando los ritmos y las dinámicas locales e insulares en todo este proceso.
Dispuestos, para garantizar la gobernabilidad, al diálogo, al entendimiento y al establecimiento de acuerdos con otras fuerzas políticas canaristas y también estatalistas con presencia en las instituciones de las Islas. Aunque, lo venimos dejando muy claro, en esa senda de pactos no incluiremos nunca a la extrema derecha xenófoba, racista, machista, homófoba y contraria a la existencia de las autonomías.
Desarrollo y movilidad sostenibles
Lo queremos hacer, lo estamos haciendo, desde un canarismo preocupado por la identidad, por nuestras expresiones culturales y deportivas, por el dialecto canario, por su patrimonio histórico, arqueológico y paisajístico; por los variados elementos que conforman la canariedad, una canariedad que consideramos acervo común de todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro Archipiélago, al margen de sus ideologías u opciones políticas.
Un canarismo comprometido firmemente con el territorio y el medioambiente, desde una apuesta nítida por un desarrollo y una movilidad sostenibles. Por un mayor despliegue de las energías renovables -por lo que rechazamos firmemente el intento del Estado de colarnos el gas, contaminante y dependiente, que solo retrasaría la transición hacia las energías limpias- y el avance decidido en la descarbonización de las Islas y la lucha contra la Crisis Climática. Lo que obliga, también, a reflexionar y tomar decisiones sobre la evolución demográfica y sus consecuencias.
Un canarismo implicado en la mejora de la economía y el empleo, en la consecución de la plena igualdad entre mujeres y hombres y el combate firme contra la violencia machista. En dar prioridad a la corresponsabilidad colectiva con los cuidados a las personas si se quiere construir una sociedad que responda a las necesidades de los seres humanos en todas las etapas de la vida. Una asunción social que impida que estos recaigan, como todavía ocurre, casi exclusivamente sobre las mujeres. Una Canarias plenamente inclusiva. Acogedora. Y que exige cambios en las políticas migratorias europeas, desde el respeto a los derechos humanos y la búsqueda de vías seguras, mediante cuotas u otras fórmulas, para la llegada de personas inmigrantes a la Unión Europea.
Mayoría social
Como señalamos en nuestro reciente Congreso Nacional, volcados en la permanente defensa de los intereses de la mayoría de la sociedad del Archipiélago: jóvenes y pensionistas, personas con trabajo y desempleadas, urbanitas y gente del mundo rural, pequeños y medianos empresarios, autónomos y profesionales liberales, trabajadores de la cultura, canarios y canarias de la diáspora, personas nacidas en las Islas o que llegaron aquí, se arraigaron y proyectaron sus vidas.
Un canarismo comprometido con los servicios públicos, esenciales para alcanzar mayores niveles de equidad, para avanzar hacia una sociedad más equilibrada; y, consecuentemente, sin demagogias, sin dobles discursos, defensor de una fiscalidad progresiva y justa que garantice su prestación con los máximos niveles de calidad.
Un canarismo que aspira y trabaja por conseguir el máximo autogobierno en cada etapa histórica y que, asimismo, es exigente en la buena gobernanza de nuestras competencias. Vigilante con el Estado en el respeto al Estatuto, al Régimen Económico y Fiscal (REF) o a convenios como el de carreteras. Y, en la Unión Europea, a la condición de región ultraperiférica (RUP) y, por tanto, al reconocimiento de nuestras especificidades en las distintas decisiones de la UE.
Comité electoral
El espacio canarista tiene un reto relevante en las próximas elecciones de mayo de 2023, que deben constituir un paso importante en su crecimiento y consolidación. Sin olvidar que la primera obligación es cumplir día a día con las tareas en las instituciones de las que formamos parte como gobierno -Ejecutivo canario, Cabildo de Gran Canaria y unos veinticinco ayuntamientos- o como oposición, realizaremos un esfuerzo suplementario para estar en las mejores condiciones para afrontar los compromisos electorales. Dedicando una especial atención a los lugares donde hasta el momento carecemos de presencia institucional o esta es muy débil.
Generando un Comité Electoral Nacional en el que están representadas todas las Islas. Y que abordará las distintas tareas organizativas, el establecimiento de alianzas electorales, la elaboración de candidaturas y programas, así como el diseño de las campañas. Además, se constituirán comités electorales insulares con la participación de personas de los diferentes municipios de cada isla. Una estructura que tendremos culminada antes de final de julio.
En el mes de septiembre iniciaremos el proceso de trabajo en los comités electorales en cada municipio e iniciaremos una etapa de confección de candidaturas. Desarrollando, asimismo, unas jornadas sobre municipalismo, que permitan llevar a cabo una reflexión colectiva del trabajo realizado en este mandato y apunte perspectivas de acción para el próximo periodo que se abrirá tras los comicios de mayo de 2023.
Tenemos por delante muchos meses de intensa actividad en este y otros ámbitos. Estoy plenamente convencido de que es posible ampliar el espacio canarista desde el respeto a las diferentes situaciones y trayectorias de colectivos y organizaciones locales e insulares; y desde el reconocimiento ciudadano al trabajo desplegado estos años. Avanzando conjuntamente en la construcción de una alternativa canarista dirigida a la mejora de las condiciones de vida en esta tierra, al compromiso con el territorio y el medio ambiente, a la defensa de nuestra identidad y a conseguir mayores y mejores niveles de autogobierno.