Nueva Canarias viene trabajando en la búsqueda de establecimiento de nuevas alianzas locales o insulares, o en la consolidación de las ya existentes.
“Queremos ensanchar la base social y electoral de un espacio de estricta obediencia canaria, que analiza y decide en las Islas, sin tutela de formaciones estatalistas”, asegura Román Rodríguez.
Nueva Canarias (NC) está plenamente convencida de que el espacio del canarismo crecerá en los comicios autonómicos, insulares y municipales que se celebrarán en mayo de 2023. Para lograrlo está trabajando desde hace muchos meses en la búsqueda de establecimiento de nuevas alianzas locales o insulares, o en la consolidación de las ya existentes; y en el comienzo del trabajo para la elaboración de los programas y la conformación de las futuras candidaturas.
Su presidente, Román Rodríguez, asegura que están empeñados “en ensanchar la base social y electoral de un espacio de estricta obediencia canaria, de partidos que analizan, deciden y actúan en las Islas, sin tutela alguna de formaciones estatalistas; con diversidad de formaciones locales, insulares o de ámbito canario, que comparten valores comunes; nacionalistas, federalistas, autonomistas, ecosocialistas o autodeterministas”. Un espacio, destaca, del que NC forma parte junto a otras organizaciones, colectivos y personas independientes. “Y que, estoy convencido, tendrá mucho más peso y será mucho más determinante tras las elecciones de 2023”.
Actuación transformadora
Rodríguez considera que se trata de continuar avanzando desde los máximos niveles de entendimiento y unidad posibles, que deben reflejarse en los comicios del próximo año. En un espacio político transversal, sin planteamientos cerrados ni ortodoxias y buscando en todo momento elementos de plural entendimiento, desde programas debatidos y consensuados, y defendiendo una actuación común transformadora para el conjunto del Archipiélago. Respetando los ritmos y las dinámicas locales e insulares en todo este proceso.
“Dispuestos, para garantizar la gobernabilidad, al diálogo, al entendimiento y al establecimiento de acuerdos con otras fuerzas políticas canaristas y también estatalistas con presencia en las instituciones de las Islas. Aunque, lo venimos dejando muy claro, en esa senda de pactos no incluiremos nunca a la extrema derecha xenófoba, racista, machista, homófoba y contraria a la existencia de las autonomías”, asevera el presidente de NC.
El líder de NC entiende que el canarismo debe estar preocupado por la identidad, por nuestras expresiones culturales y deportivas, por el dialecto canario, por su patrimonio histórico, arqueológico y paisajístico; por los variados elementos que conforman la canariedad, una canariedad que consideramos acervo común de todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro Archipiélago, al margen de sus ideologías u opciones políticas.
Asimismo, debe estar implicado firmemente con la defensa del territorio y del medioambiente, desde una apuesta nítida por un desarrollo y una movilidad sostenibles. Un canarismo implicado en la mejora de la economía y el empleo, en la consecución de la plena igualdad entre mujeres y hombres y el combate firme contra la violencia machista. En dar prioridad a la corresponsabilidad colectiva con los cuidados a las personas si se quiere construir una sociedad que responda a las necesidades de los seres humanos en todas las etapas de la vida. Una asunción social que impida que estos recaigan, como todavía ocurre, casi exclusivamente sobre las mujeres.
Máximo autogobierno
Un canarismo comprometido con los servicios públicos, esenciales para alcanzar mayores niveles de equidad; y, consecuentemente, sin dobles discursos, defensor de una fiscalidad progresiva y justa que garantice su prestación con los máximos niveles de calidad. Un canarismo que aspira y trabaja por conseguir el máximo autogobierno en cada etapa histórica y que, asimismo, es exigente en la buena gobernanza de nuestras competencias. Vigilante con el Estado en el respeto al Estatuto, al Régimen Económico y Fiscal (REF) o a convenios como el de carreteras. Y, en la Unión Europea, a la condición de región ultraperiférica (RUP) y, por tanto, al reconocimiento de nuestras especificidades en las distintas decisiones de la UE.
En definitiva, concluye Román Rodríguez, un canarismo volcado “en la permanente defensa de los intereses de la mayoría de la sociedad del Archipiélago: jóvenes y pensionistas, personas con trabajo y desempleadas, urbanitas y gente del mundo rural, pequeños y medianos empresarios, autónomos y profesionales liberales, trabajadores de la cultura, canarios y canarias de la diáspora, personas nacidas en las Islas o que llegaron aquí, se arraigaron y proyectaron sus vidas”.